El amor en tiempos de WhatsApp
- Psic. Sara Alba
- 10 oct 2016
- 2 Min. de lectura

Esta aplicación de mensajería instantánea nos ha hecho la vida más sencilla y nos mantiene en contacto con nuestros seres queridos de una manera casi inmediata, pero también a muchos les ha traído varios dolores de cabeza. Se ha colocado en la mirada de algunos enamorados y ha entrado como un tercero en discordia de nuestras relaciones interpersonales ¿le habremos abierto la puerta de nuestra intimidad a un desconocido? Pero ¿a qué se deberá tener poca tolerancia a la frustración cuando tenemos un doble check azul?
En la actualidad, se envían mensajes instantáneos esperando respuestas inmediatas, llegando a frustrarnos cuando no es atendida nuestra petición tomando una postura infantil de capricho, a veces argumentado el poco interés que la otra persona tiene sobre nosotros, donde develamos nuestras carencias afectivas; no se debe a una situación provocada por la aplicación ni por otra persona, se debe una cuestión personal e intrínseca donde solo vamos proyectando inseguridad y baja autoestima; muchas personas hacen referencia a la necesidad de saber si su pareja está mensajeándose con alguien más, invirtiendo gran cantidad de energía en investigar si así es ¿te ha pasado? ¿Cuántas veces al día estas observando la última conexión de tu pareja o en línea? ¿Te molesta que te dejen en visto? ¿Le haz pedido que capture la pantalla y te la envié para saber con quién conversa? ¿Te molesta que no coloque una foto de perfil que no sea de ustedes juntos? No es WhatsApp el responsable, es esta nueva forma de servicio exprés que deseamos vivir, esa necesidad de mantener todo bajo control, esa obsesión por no sentirse digno de alguien y pensar que este (a) se irá de nosotros dejándonos un sentimiento de abandono, No es WhatsApp el que abre heridas de amor, esas heridas han estado abiertas desde tiempo atrás… no malgastes tu capacidad de amar en desconfiar, la mejor relación es aquella en el que el amor por el otro supera la necesidad del otro.
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